Derecho, privilegio y obligación en la naturaleza
Por EM editor
Anteriormente las zonas urbanas estaban rodeadas por áreas naturales. Con el crecimiento poblacional también crecen las zonas urbanas, y éstas hoy en día empiezan a rodear a las áreas naturales. Se estima que para el año 2025 casi la mitad de la población mundial residirá en zonas urbanas y por ende, lamentablemente, las áreas naturales se seguirán perdiendo. Personalmente he tenido la oportunidad de conocer lugares naturales increíbles, algunos ubicados en áreas remotas y otros que aunque no lo eran, hoy en día cuentan con el beneficio de una carretera o camino que facilita el acceso para muchas personas que tal vez nunca hubieran accedido a dichos lugares sin la posibilidad del fácil acceso y de su super vehículos 4×4. Acercarse a la naturaleza para conocerla y apreciarla, a veces requiere de un guía, pues debemos aprender a cuidar de ella y aprender a cuidar de nosotros mismos cuando entramos en ese espacio natural que es desconocido. El hecho que mucha gente visite estos lugares hoy en día en ésta nueva ola de moda por el “hiking” o como lo conocíamos desde hace años, montañismo o senderismo, no nos exenta de sufrir un accidente o de cometer una acción equívoca dañando el ecosistema o la integridad de otras personas.
Los beneficios que la naturaleza produce en nuestro sistema es invaluable.
El gusto por explorar, por sentir mi interacción con el medio ambiente, me ha llevado a disfrutar y observar la naturaleza al máximo; pero también me lleva a reflexionar en que, cada uno de nosotros que disfrutamos de la oportunidad de acceder a estos lugares, estamos ejerciendo el derecho a un medio ambiente sano y limpio, y que al tener este privilegio también tenemos la obligación de contribuir a su cuidado, preservación y mejoramiento. En el estado de Washington contamos con muchas opciones para establecer contacto con la naturaleza; aprovéchalas y recuerda que sólo son prestadas.